Andrés Escobar: Minuto 35
Por Hernán Pagani Destino Se sabe, hay ciertos momentos, circunstancias que parecen pequeñas o detalles totalmente aleatorios, que tienen el poder oculto de torcer el destino de las personas. Pueden ser milésimas de segundo, en algunos casos, milímetros en otros, o elecciones cuya verdadera dimensión y peso no se advierten en su momento. Si uno busca en su propia historia, seguramente los encontrará sin esforzarse demasiado. Y si buscamos en la historia del fútbol, también. Basta un ejemplo cercano. Si aquel domingo frío del 25 de junio de 1978, cuando se jugaban 45 minutos y 14 segundos del segundo tiempo de la final del mundial entre Argentina y Holanda, esa caricia esforzada de Rob Rensenbrik a la Tango Durlast, en lugar de estrellarse contra un poste, encontraba destino de red, otra hubiese sido la historia. Holanda campeón del mundo, algo que hasta hoy no pudo lograr, Rensenbrik el máximo artillero del mundial en lugar de Kempes, y hasta cuestiones extra futbolísticas que tienen